viernes, 5 de marzo de 2010

De mi sombra

Sostenía en mis ojos el reflejo de los suyos
Seguía con mi olfato la fetidez de sus palabras
Oía sordo la soberbia ventisca
emanada por el movimiento de sus labios
Se apartó de mí, mi sombra
Tomó su brazo izquierdo con ambas manos
Meticulosa y sombría fue la incisión de sus dientes
Sus venas gimieron
Las negras fauces bebieron
En cascada intravenosa la sangre fluía
Sus fuerzas sucumbieron
Sus piernas cedieron
Cayó al piso, se sumergió en aquel rojizo lago
Se ahogó con sus venosas transpiraciones
Sonreí y me palmee el hombro
Mi sombra correspondió el gesto,
Igualmente agradecida
Sin moverme de mi sitio
logré batir su orgullo
contemplé el rendimiento no asumido de su ser
me voltee y camine, temeroso de ver...

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